Entre Miraflores y Barranco, Surquillo se ha transformado en uno de los polos gastronómicos más vibrantes de Lima. Lo que antes fue un distrito tranquilo, hoy combina el espíritu de barrio con una escena culinaria dinámica, creativa y profundamente identitaria.

Aquí, la cocina limeña se reinventa sin perder su esencia. Cada calle guarda un huarique, esa palabra tan peruana que va más allá de “restaurante pequeño”: espacios donde la historia, la sazón y la creatividad peruana se hacen presentes en cada plato. Comer en Surquillo es recordar, compartir y volver a lo esencial.



La Picantería

Inspirada en las antiguas picanterías del Perú, este espacio rescata las raíces del recetario popular en una propuesta moderna y colorida. Escabeches, picantes y platos al wok se preparan en un entorno lleno de vida, donde la cocina se mezcla con risas y música. Cada plato celebra la energía del Perú cotidiano: abundante, alegre y sin etiquetas.

Al Toke Pez

Ícono de la cocina urbana limeña, creado por el chef Tomás Matsufuji, Al Toke Pez es una parada obligada para locales y viajeros. Su barra siempre llena es un espectáculo de ritmo y precisión: ceviches, chicharrones y arroces salen en minutos, cargados de un sabor marino intenso. Un pequeño local convertido en fenómeno cultural y gastronómico.

Ototo

Un restaurante de autor que demuestra que la grandeza no depende del tamaño. Con pocos asientos, ofrece una experiencia íntima donde la creatividad del chef se expresa en menús de degustación que cambian según la temporada. Técnica, estética y emoción se combinan para mostrar que Surquillo también habla el lenguaje de la alta cocina, sin perder autenticidad.

Cumpa

Una taberna criolla de alma hogareña donde cada receta evoca el sabor de casa. El arroz con pato recuerda a domingos familiares, el pastel de choclo se deshace en el paladar y las tortitas de choclo con ceviche equilibran tradición y frescura. En Cumpa, el ambiente cálido y la atención cercana hacen que cada comensal se sienta parte de la historia.

El alma de Lima está en sus barrios

Surquillo confirma que la verdadera identidad gastronómica de Lima no vive solo en los restaurantes premiados, sino también en sus calles, en sus cocinas familiares y en los huariques que transmiten herencia y pasión.

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