Muy temprano en la mañana comenzaremos nuestro viaje a la Comunidad de Palccoyo ubicada al sureste de Cusco. En el camino tendremos la posibilidad de ver la evolución del sistema de carreteras a través de tres puentes: el Inca (siglo XV); el colonial (siglos XVII al XVIII) y el moderno que data del año 1895 y está hecho de líneas ferroviarias. Después de pasar la cabina de control de acceso y una breve parada para desayunar, llegaremos a Huallatakunka donde comenzaremos nuestra caminata para conocer la montaña de siete colores de Palccoyo. A pocos metros del inicio podemos ver la primera montaña de una vasta cordillera con colores similares al arco iris, lo que le da un aspecto alegre y al mismo tiempo místico. Esta belleza natural es hermana de la famosa Vinicunca pero más cercana y con mejor accesibilidad. Disfrutaremos de vistas espectaculares a través de tres miradores que encontraremos durante nuestra caminata, en uno de ellos podemos ver hasta 3 montañas de colores al mismo tiempo y en otro tendremos una vista impresionante de la montaña Ausangate por un lado y por el otro tendremos la Cordillera de Vilcanota en frente a nosotros. Al final de la caminata, regresaremos a la movilidad para ir al distrito de Quehue, provincia de Canas en el río Apurímac. Visitaremos Q'eswachaka, el último puente inca, una experiencia fascinante. Este puente colgante que se encuentra en el río Apurímac, es único en su género, hecho a mano y renovado año tras año mediante un ritual de cuatro días ejecutado por las comunidades locales. Tendremos la oportunidad de cruzar esta impresionante construcción inca de 28 metros de largo, viviendo la adrenalina al máximo.